La diabetes insípida es una desequilibrio en el metabolismo de agua causado por una deficiencia en la secreción de la hormona antidiurética pituitaria (también conocida como hormona antidiurética) o una falta de respuesta del riñón a la hormona antidiurética pituitaria. Los síntomas clínicos principales son la sed y la poliuria. Esta enfermedad puede ocurrir en cualquier edad desde los meses posteriores al nacimiento hasta la adolescencia, siendo más común en los hombres.
El aumento de la micción es el síntoma principal de la diabetes insípida. Los lactantes pueden tener deshidratación crónica, fiebre, irritabilidad y vómitos. Los niños mayores tienen una sed intensa y beben en exceso. En casos graves, puede haber retraso en el crecimiento y desarrollo. Durante el período de enfermedad, una dieta equilibrada es beneficiosa para la recuperación del cuerpo. Para una recuperación mejor, se debe consumir más alimentos ricos en fibra dietética, ya que la fibra dietética puede inhibir la absorción de colesterol. Debido a que la fibra puede combinarse con el colesterol, puede reducir los niveles de absorción de grasas, incluyendo la absorción de colesterol.
La diabetes insípida se divide en dos grandes tipos: diabetes insípida central y diabetes insípida renal. La diabetes insípida central se debe a una deficiencia en la secreción de la hormona antidiurética pituitaria. La diabetes insípida renal se debe a una falta de respuesta del riñón a la hormona antidiurética pituitaria. La diabetes insípida renal se debe a una sensibilidad baja o ausente de los túbulos renales distales a la hormona antidiurética pituitaria. El tratamiento de esta enfermedad se basa principalmente en la terapia de reemplazo hormonal, el tratamiento no hormonal y la combinación con medicamentos diuréticos en la dieta.