La obstrucción parcial de la arteria renal a menudo no tiene síntomas y se pasa por alto, ya que la isquemia renal segmentaria o la isquemia renal no acompañada de isquemia puede causar hipertensión persistente, cuando se sospecha de trombosis renal, se deben buscar cuidadosamente los signos de embolia extrarrenal (como lesiones de la piel, defectos de neurología focal).
Cuando la obstrucción es completa, puede ocurrir dolor de costado persistente y dolor local, puede haber fiebre, náuseas y vómitos, una obstrucción completa de un lado del riñón unilateral o bilateral de la arteria renal puede causar orina completa y fallo renal agudo, en estos casos, la hipertensión no es común o es temporal.