Actualmente, los métodos de tratamiento solo consisten en controlar la inflamación con medicamentos y mantener la movilidad de las articulaciones con rehabilitación. Para controlar el desarrollo de la enfermedad y la rehabilitación, el médico recomienda a los pacientes que comiencen con los siguientes detalles de la vida diaria:
1Mantener una buena postura de pie, sentarse y dormir para evitar que la columna vertebral se curve y empeorar la curvatura de la columna.
2Mantener un ejercicio de rehabilitación regular y continuo puede ablandar las áreas rígidas y mantener la extensibilidad de las articulaciones. Hacer ejercicio regularmente como la respiración profunda, estiramiento del pecho, enderezamiento del tronco para fortalecer los músculos de la espalda y la flexibilidad del abdomen, como nadar, ejercicios de estiramiento, etc., para retrasar el desarrollo de la lesión.
3Dado que la capacidad de carga del paciente ha disminuido, evite la carga pesada para evitar que la lesión se agrave.
4No use corsés para la espalda y el cuello para evitar que la espondilitis se agrave.
5Evite dormir boca abajo y no use camas blandas mientras duerme.
6Al levantarse por la mañana, si la columna vertebral está rígida, no dude en tomar un baño de agua caliente para mejorar.
7En las estaciones frías y húmedas, se debe prevenir la aparición de la enfermedad.
8Tomar medicamentos para el dolor y antiinflamatorios no esteroideos según la prescripción del médico puede aliviar el dolor del paciente, y el calor también es efectivo para aliviar el dolor.
9Una vez que el curso de la enfermedad es grave y no se puede caminar, el médico evaluará la condición del paciente y considerará la colocación de una cadera artificial quirúrgica.
Dado que la espondilitis anquilosante tiene un efecto destructivo en los tejidos óseos del cuerpo humano, además de hacer que la espalda y el pecho se curven, también puede deformar la estructura ósea y dificultar el movimiento; si se retrasa el tratamiento, el paciente corre el riesgo de discapacidad. Además, esta condición es una deformidad física adquirida en la adultez, y el impacto psicológico y físico del paciente es inefable, pero el paciente no debe desesperarse ni renunciar a buscar tratamiento. Si se trata adecuadamente, junto con una constancia en hacer ejercicio adecuado, también se puede ralentizar el desarrollo de la enfermedad.